10) Algo que me gusta de las grandes ciudades es su cualidad cosmopolita, el hecho de convivir con personas procedentes de todos los lugares. Eso te hace tener una mentalidad mas abierta, ser mas tolerante y aprender nuevas culturas o formas de vida. Recuerdo que uno de mis primeros días, cuando aun no me conocía buena parte de la ciudad, empecé a andar sin rumbo, con objeto de ir conociendo sitios, llevaba conmigo un plano, que iba mirando de cuando en cuando, para ver por donde me iba metiendo. Acabé en un parque, en un día soleado, serían la 1 o las 2 de la tarde; allí me senté en un banco y me puse a mirar el plano para ver donde me encontraba y a donde dirigirme después. Fue entonces cuando se me acercó un africano; me quería vender marihuana, yo le dije que no estaba interesado y se marchó. Me llamó la atención la cantidad de gente que la ofrecían a plena luz del día, casi parecía aquello un ritual. Al rato se sienta otro en un banco contiguo al mío y me pregunta de nuevo; ante mi negativa se queda callado en el lugar; Así que aprovecho para preguntarle cosas sobre Berlín y el me cuenta un poco su vida. Al rato viene otro mas, que se hace llamar Billy Holiday, parece que es como el jefe del lugar. Se extraña de verme ahí hablando con su compañero como si fuera uno mas, pero aun se extraña mas de que me presente ante él dándole la mano. Supongo que se imaginaría que alguien como yo tendría miedo de gentes así. Total que terminé hablando también con Billy Holiday y le caí bien. Así que me presentó a un montón de compañeros suyos; había brasileños, jamaicanos, africanos, portugueses, alemanes, franceses, cubanos; gente de todos los lugares. Acabé entablando conversación, esta vez en español con un cubano que lleva viviendo aquí 6 años, no tiene trabajo pero se lo monta bien. Me estuvo hablando de muchas cosas, pero en general, la conclusión que uno saca hablando con estas personas, es la gran tolerancia que tienen y el gran respeto que tienen a las personas desfavorecidas, sin importarles su procedencia. Llama la atención también su gran dominio de idiomas (algunos hablaban hasta 6 idiomas correctamente) y su cultura adquirida en la calle. Sabían mas de geografía y de ciertos aspectos de historia que yo. Llama la atención su caótica visión del mundo y negación de la realidad, puesta de manifiesto al hablar sobre rituales esotéricos y conspiraciones gubernamentales relatadas por fuentes de dudosa credibilidad, pero que para ellos es ley y verdad. Y pese a sus creencias, ellos no tratan de imponértelas, solo las cuentan. Recuerdo que me llevaron junto a un muro con un grafiti en el cual aparecían escritas diversas religiones, todas unidas por corazones y agrupadas en un corazón que las abarcaba a todas, simbolizando la humanidad como conjunto de creencias individuales pero hermanas entre sí. Fue entonces cuando comprendí que aquellas personas ciertamente estaban limitadas para hacer ciertas cosas, debido a su falta de estudios; aun con todo tienen mucho que enseñarnos. Acaso podrían ser profesores de una nueva asignatura llamada humanidad; característica que lamentablemente escasea hoy en día.
Berlín (Esp) 10-16
Berlín (Esp) 01-16
1) Mi llegada a Berlín fue un tanto caótica. El propósito del viaje es aprender alemán, ya que es un idioma altamente demandado en las empresas de hoy en día, junto al inglés. Recuerdo haber comprado con antelación el billete de avión, Madrid-Berlín, por 27€; después de eso me despreocupé del tema hasta que llegó la fecha del viaje. El día que llegué a Berlín (28 Agosto), no tenía reservada ni la academia de idiomas, ni un lugar donde pasar la noche. Por suerte conocí a un par de españoles en el avión y me ayudaron a coger el último metro que pasaba por el aeropuerto (serían como las 24:30), y con él llegué a un hostal que había consultado por Internet; Generator. Así que allí me instalé, en un dormitorio con 8 personas mas.
Foto: Mi billete de avión.