Este post va dirigido a todos los hermanos del sur de Europa que tratan de salir de fiesta en Berlín y la gente racista con el poder de decidir quien entra y quien no, no nos permiten la entrada por el simple hecho de ser españoles, italianos, portugueses o griegos…
Antes que nada, quiero excluir de esta lista a Berghain. En este club, es solo la fortuna la que decide que entres o no. No hay razones ni motivos. Puedes ser alemán y haber vivido toda tu vida en Berlín, que no hay nada que te garantice que vayas a entrar.
Este post va dirigido a aquellos clubs o fiestas que por el hecho de escucharte hablar en español (o en otro idioma del sur de Europa) en la cola, una vez llegues a la entrada no te van a dejar entrar alegando cualquier tontería de aforo o exceso de alcohol.
Yo, directamente, no voy donde no me quieren. Pero si vosotros queréis volver a intentarlo, estos son algunos consejos que funcionan para que logréis vuestro objetivo.
Muy importante no ponerse en la cola en grupos de más de 3. Lo mejor es por parejas, pero hasta un trío está bien. Eso sí, como seáis ya 4 y con pinta de mediterráneos vuestras opciones descenderán drásticamente.
Otro consejo es que no habléis en la cola. Es muy importante que no os escuchen hablar en español. Y lo ideal sería que supierais cosas básicas en alemán por si os preguntan algo en la puerta que vean que al menos chapurreáis algo de su idioma.
Y tercero y muy importante, estar en la cola como si a lo que fuerais es a un funeral. Una vez dentro ya desparramaréis todo lo que queráis, pero hasta conseguirlo, ni una sonrisa, ni una voz más alta que otra y si queréis hacer alguna gracia, daros el pésame…
Con esto no os garantizo que lo logréis, pero si que vuestras posibilidades de éxito aumenten considerablemente ante esta calaña racista con los del sur del continente. Ah, y muy importante. Botellón sí, siempre, pero que no se os note chicos! ¡Nos leemos!