No puedo negar que siento una cierta especial debilidad por edificios y espacios abandonados y/o decadentes.
Hará como 10 años empecé a estudiar fotografía artística en Córdoba. Por supuesto empecé con cámaras analógicas, la primera de 35 mm hasta que tuve un magnifico regalo de una cámara de medio formato la cual captó grandes imágenes que han quedado grabadas en acetato y alguna que otra ampliada a gran tamaño. Me apasionaba perderme solo por sitios abandonados e ir minuciosamente descubriendo sus rincones y detalles mas peculiares.
Esa pasión no se ha esfumado aún y me paraliza observar un lugar de esas características. Llevaba ya unos meses con ganas de adentrarme en algún espacio abandonado por Berlin y el pasado viernes lo hice. Estuve investigando y encontré por internet un lugar no muy lejos para poderme desplazar en mi bici, la antigua embajada de Irak. Cámara (esta vez digital…), trípode, algo de comida y un puñado de nervios en la mochila me dispuse a adentrarme en el susodicho espacio.
Lo primero que hice fue comprobar que estuviera solo en el lugar. Tras recorrer las 3 plantas lo confirmé y me dispuse a empezar a buscar la belleza entre maquinas de escribir destruidas, sillones roídos, neveras vacías, miles de documentos esparcidos por el suelo, y una capa considerable de polvo con historia que ha ido creciendo desde que en 1991 fuera abandonado.
Todo iba relajado hasta que en el momento que me iba a disponer a bajar a la segunda planta justo cuando me encontraba junto a la escalera… En ese momento escuché un ruido seco que provenía de la primera planta. Me quedé quieto unos segundos en el sitios y tras unos minutos volvió a sonar el golpe. Al no escuchar ninguna voz ni mas ruidos me asomé por el hueco de la escalera (foto) y vi pasar una sombra en la primera planta pero sin ningún ruido mas. En ese momento tenia el corazón que se me iba a salir de la adrenalina. Tras quedarme inmóvil pensando que esa sombra pertenecería a una persona que al igual que yo se había adentrado en el lugar (en busca de algo?…) Me decidí a bajar hasta la primera planta para ver quien había. Tras verificar que la segunda planta seguía vacía, bajé a la primera (con las piernas temblando) sin saber quién y con qué intenciones me podría encontrar… No había nadie… Puede sonar a historia inventada pero si mi corazón pudiera hablar os podría contar el buen susto que se llevó. Así que no lo dudé ni un segundo mas y me fui del lugar.
Yo no creo en algo mas que lo que pueda ver y sentir, pero esta vez vi una sombra y escuché esos 2 golpes secos. Lo que si me queda claro es que la próxima vez (porque aún me quedan 2 plantas que fotografiar) no será solo…