Una característica que me llama mucho la atención de Berlin es la cantidad de ’sorpresas‘ que te puedes encontrar por la calle. A simple vista los miles de grafittis y pintadas, pero si miras un poco mas allá puedes llegar a encontrar muchas cositas hechas sin ánimo de lucro pero con mucha gracia y frescura.
Desde un muñecote confeccionado con lana que se abraza una farola, una máquina de chicles (las cuales las puedes encontrar inesperadamente en cualquier rincón) que cobra vida y te sonríe, una simple tubería que no te quita ojo, un dibujo de un patito nadando en una simple marca azul de un árbol en Tiergarten, o en el caso de mi imagen, un cráter que se abre entre las miles de capas de carteles pegados en una farola. Son pequeños detalles hechos con la mas sincera e inofensiva idea de CREAR, dar VIDA a algo aparentemente insulso o sin ningún atractivo.
De ahí que opino que esta ciudad está en constante mutación. Me gusta usar esta palabra, MUTANTE al igual que cambiante, innovadora, sorprendente adjetivos que definen la ciudad y hacen que permanezca joven, fresca y sobretodo VIVA!
Hay mucho arte en la calle, y eso para mi es amor a la ciudad, a un lugar que te hace sentir cómodo o te identificas con la forma de vivir, la cual quieres expresar de alguna forma. Detrás de cada obra, hay una mano que obedece a una idea o un sentimiento. Incluso puedes ver ideas abiertas a ser acabadas o modificadas por otras manos para seguir mutando o creciendo.
Sólo hay que estar atento o receptivo. Te rodea. Observa detenidamente y podrás encontrarlo. Es mas, puede que seas alguno de los participantes de esta mutación…