3) La ventaja de estar viviendo en un hostal es que estás rodeado de gente joven de todas las nacionalidades. No saber hablar alemán no es un problema, todo el mundo se entiende con el inglés; e incluso sin saber inglés, bebiendo unas cervezas se entiende todo el mundo. Lo peor de residir en un hostal es que, si piensas permanecer en Berlín mucho tiempo, inevitablemente verás que la gente con la que empezabas a llevarte bien, se tiene que ir en pocos días, normalmente 2 o 3; tu habitación se vuelve a quedar vacía hasta que llegan otros nuevos y vuelta a empezar. Otro punto negativo de residir en un hostal es que no encuentras allí a berlineses.
Así que durante esta primera semana fui conociendo gente e informándome sobre que lugares visitar de Berlín; no me refiero a esos lugares de visita obligada que aparecen en las guías de viajes, sino a aquellos que son mas llamativos o mas útiles. En muy poco tiempo ya sabía donde comprar productos mas baratos, dado que mi precaria economía lo agradecía.
Foto: El tipo de Saturn que maneja el cotarro xD.