6) Mi rutina de estudio diaria consiste en ir todas las mañanas 2 horas a la biblioteca y allí repaso lo dado el día anterior, ademas de estudiar un libro por mi cuenta (“Alemán para Dummies”), que me está siendo bastante útil como complemento. También recomiendo el libro “El nuevo alemán sin esfuerzo” de Assimil, junto con los audios, se aprende mucho mas rápido.
Por la tarde-noche tengo 3h de academia y luego vuelta a la residencia en bici. En cualquier caso, mi recomendación personal para aquellas personas dispuestas a venir a Berlín a estudiar alemán, es que lo estudien un poco primero en España antes de venir; pues cuando uno ya tiene un nivel básico y empieza a hablar con la gente en alemán, la cosa empieza a funcionar y uno aprende mucho mas rápido. Y si como en mi caso no sabes nada de alemán es importante que al menos sepas desenvolverte en inglés, pues sino estarás mas bien perdido. En cualquier caso recomiendo la experiencia, pero siempre con vistas a quedarse algún tiempo; pues siendo francos, nadie puede pretender aprender alemán en un mes ni en dos. Para llegar a un nivel de alemán B2 (suficiente para entenderte con la gente), se necesitan por lo menos seis meses con un cursillo intensivo de 20 horas semanales.
Foto: Dos libros que recomiendo a los que empiecen a estudiar alemán.
Berlín (Esp) 16-16
Berlín (Esp) 15-16
15) Para los que estén interesados en residir en Berlín una buena temporada, es útil sacarse el permiso de residencia. Este indicará que efectivamente estamos viviendo aquí, y que no estamos de vacaciones. Se obtiene en las oficinas de la ciudadanía, llamadas “Bürgeramt”; hay una en cada distrito; y allí nos dan el documento “Freizügig Hieb Bescheinigung”. También es importante registrarse como desempleado en una oficina de empleo, “Job-Center”, solicitando el “Arbeitslosmeldung”. Y, por supuesto, si estás estudiando en Berlín, en la Deutsche-Akademie, por ejemplo, no olvides comprar la tarjeta de estudiante “ISIC”, que ofrece descuentos en los medios de transporte, tiendas, eventos y alojamiento, su precio es de 12€, ¡que se amortizan rápidamente!
Foto: Mi tarjeta de estudiante hecha con el recibo de Deutsche-Akademie.
Berlín (Esp) 14-16
14) El último día del mes, al finalizar el primer nivel (A1.1), como despedida, nos fuimos los alumnos con la profesora a un museo acerca de la historia del barrio de Mitte, en Berlín. En él se abarcaba su historia desde los 1800s hasta nuestros días; su forma de vida y de trabajo; como iba creciendo la ciudad a medida que se desarrollaban los transportes y las infraestructuras. Realmente digno de ver; además íbamos con doble guía, el propio del museo y Samantha. Berlín ofrece una gran cantidad de museos de todo tipo, también gratuitos como el que fuimos, así que no hay escusas para no visitarlos. Después del museo fuimos a un bar tranquilo y tomamos unas cañas con la profesora, ahora mas en plan amigos que otra cosa, mientras seguíamos practicando, ahora ya sin estrés, algunas frases para pedir a la camarera. Estuvo bastante bien, jugamos a los dados y bebimos la cerveza típica de Berlín, “Berliner Weiss Bier”, que es un tipo de cerveza blanca a la cual le agregan sirope verde o rojo, según lo pidas, que le da un sabor dulce característico. El caso es que se bebe como si fuera un zumo, pero no deja de ser una bebida alcohólica. ¡Cuidado!un
Foto: Alumnos y profesora, de visita en el museo.
Berlín (Esp) 13-16
13) Sobre la academia Deutsche-Akademie, he de decir que desde el inicio me he sentido a gusto. Tanto por la profesionalidad de sus trabajadores, como por la gente que he conocido ahí y también por su reducido precio. Empecé con el nivel mas bajo, el A1, en mi clase los alumnos se componen de diferentes nacionalidades, y esto es interesante; de este modo la lección se explica con diferentes perspectivas, adaptándose a las necesidades de cada uno. Especialmente en los niveles mas bajos, la clase se hace mixta en alemán e inglés, que es el idioma que sabe la mayor parte de la gente, así cuando no entendemos algo de la lección de alemán, la profesora lo dice en inglés y todos acabamos entendiéndolo. Lo ideal es dar una explicación diferente en alemán, pero con un nivel tan bajo se hace imposible. La verdad que estoy satisfecho con lo que estoy aprendiendo, mi profesora, Samantha es joven como nosotros, tiene 26 años, y casi podría decirse que es uno mas, su paciencia, amabilidad y profesionalidad superan con creces su escasa experiencia en la docencia; siempre está buscando nuevas fórmulas que se adapten mejor a nosotros. También nos pregunta de qué manera preferimos estudiar un asunto, y es lo bueno, que la clase no es lineal, sino que tenemos nuestra participación y la construimos entre todos, según nuestras necesidades; se van alternando juegos de alemán práctico, con ejercicios, para que no resulte monótono. Por ejemplo, un día se sugirió aprender a pedir hamburguesas en un restaurante, así como otras cosas. Así que Samantha se puso manos a la obra y en un momento nos dio las fórmulas para pedir de una manera sencilla y educada cualquier cosa y en cualquier lugar. También nos ha hecho salir de la academia a la calle, a preguntar información a la gente: recuerdo un día que había un mercadillo de frutas en frente de la academia; Samantha nos dio unas hojas con los dibujos de verduras y hortalizas, para que preguntáramos los nombres en alemán a los vendedores; entenderlos fue una auténtica odisea; pero al final lo conseguimos perdiendo el miedo. Si bien es verdad que los primeros días son los más duros, luego te vas haciendo a la rutina de las clases y lenta pero progresivamente se van viendo mejoras; es entonces cuando sabes que vas por el buen camino. Otro día hicimos una especie de gymcana por equipos; Samantha nos dio su móvil por si teníamos problemas; se trataba de ir preguntando a la gente toda serie de preguntas que teníamos en un guión, y finalmente llegar a un centro comercial donde nos esperaba Samantha; dicho y hecho, completamos el juego bastante rápido; ella se quedó sorprendida.
Foto: Una amable y simpática secretaria de la oficina, en Deutsche-Akademie.
Berlín (Esp) 12-16
12) Sobre el ámbito nocturno decir que Berlín se transforma completamente del día a la noche. Parece como si hubiera razas especiales de personas que solo salieran a la luz de la luna. Pues no se ven por el día. En esta ciudad hay fiesta todas la noches; no importa que sea fin de semana o no. Hay múltiples posibilidades; desde discotecas de varios pisos con música variada a antros infestos de rollo alternativo-underground, que también tienen su encanto. La gente viste a su manera; si es cierto que hay tendencias como en todos sitios, pero posiblemente sea en Berlín donde uno puede encontrarse con las personas mas extravagantes, son aquí una raza endémica. Especialmente cuando uno sale por Kreutzberg el barrio alternativo por antonomasia en Berlín; siendo Camdem su análogo en Londres.
Son típicas aquí, entre turistas, las fiesta Pub Crawl, consiste en juntarse un gran número de personas, de distintas nacionalidades, que no se conocen entre sí y mediante el pago de 12€ tienen derecho a entrar a ciertos pubs, con algunos chupitos gratis yendo todos ellos en grupo. Por supuesto el grupo es heterogéneo completamente, ya que en su mayoría se trata de turistas procedentes de distintas nacionalidades, que la fiesta y el alcohol los une en una simbiosis común.
Yo estuve en una de estas fiestas, concretamente se llama “Anti Pub Crawl”. Es con grupos mas reducidos y te llevan por bares menos conocidos por los turistas, royo mas underground, cosa que me gusta. Recuerdo que llegué tarde al punto de encuentro en el Sunrise bar, pues estaba esperando a un amigo, pero aun así había un guía esperando que nos llevó al segundo bar de la noche, “Last cathedral”, en Rosa Luxemburg Platz, un garito de rollo gótico, muy divertido para bailar un rato, pues se ve gente allí de lo mas curiosa. Luego fuimos a un par de antros, uno con una mesa de ping pong y otro que te ponían películas de los años 50; ¿dónde me he metido? Me pregunté; por fortuna la cosa mejoró en el siguiente bar, se trata de una discoteca de varios pisos, con música variada y un jardín para estar de tranquis hablando; merece la pena echarle un ojo: “Frannz”se llama. En definitiva, fue una buena experiencia, no por el tour de bares a los que nos llevaron, sino mas bien por la gente que conocí y las risas que nos echamos unos completos desconocidos que tenían ganas de pasárselo bien.
Foto: Bar Last cathedral, uno de los del tour de “anti Pubcrawl”
Berlín (Esp) 11-16
11) Ahora hablaré brevemente sobre algunos comercios. Como ya he comentado anteriormente el tema del reciclaje y la reutilización de productos está a la orden del día en Berlín. Y siendo que no es raro encontrarse tiendas de artículos de segunda mano por doquier, tampoco debería ser raro encontrarse con tiendas enormes de ropa de segunda mano. Y así fue como descubrí un día la tienda de Humana (si bien es verdad que es una cadena grande de tiendas que también cuenta con comercios en España, pero no la había visto antes). Hay bastantes tiendas de esta cadena en Berlín, aunque las mas grandes son las de Alexander Platz y, sobretodo, la de Frankfurter Tor. En esta última estuve yo; se trata de una tienda de cuatro plantas en las que se encuentra ropa para niños, de mujer, de caballero, calzado y también una planta entera dedicada a vestuario de los 60s, 70s y 80s. Todo ello a unos precios realmente asequibles, hacen de esta una de las tiendas de ropa mas baratas de todo Berlín, exceptuando algunos mercadillos callejeros.
Me llamó la atención la importancia que tienen aquí las farmacias (Apotheke), en las cuales se venden medicamentos con o sin prescripción médica, según el caso; dejo este apunte, porque no es raro encontrarse en otros comercios, como supermercados, medicamentos sin prescripción médica, tales como aspirinas, ibuprofeno, vitaminas, …; Las farmacias suelen ser comercios grandes, muy numerosos y anunciados desde varias calles de distancia, para llegara a su ubicación. Es como si los alemanes enfermaran a menudo por comer tantos productos enlatados, y necesitaran medicarse.
Bromas a parte; llega el turno de los casinos; mas numerosos que los bancos o las panaderías, se encuentran por todas partes, aun no me ha dado por entrar a ninguno, pero algún día la curiosidad podrá conmigo; por cierto, se necesita ser mayor de 21 años para jugar.
Son muy populares aquí sobre todo en el barrio turco, allá por Kostbuster St., los comercios de comida rápida, especialmente los de kebabs. Y es allí donde uno puede encontrar los kebabs mas baratos de todo berlín, no por ello son malos, en absoluto. En la foto adjunta aparece uno que me comí el otro día; su precio: 1,50€. Aunque si lo que queremos es comer el mejor kebab de Berlín, debemos preguntar por el “Mustafa”, en Meringdam; se trata de un pequeño establecimiento que suele tener unas filas de espera de media o incluso una hora.
Los McDonalds, Burguer Kings y demás restaurantes también extendieron sus garras por aquí, suelen estar llenos de turistas; su precio es elevado, comparado con otros restaurantes autóctonos; pero su producto es conocido y no tienen inconvenientes de hablarte en inglés por señas o como sea, mientras se tenga dinero no pasas hambre. A una mala dices number five y ya tienes tu menú preparándose en el acto.
Los restaurantes, en general tienen un precio bastante económico, me llamó particularmente la atención uno que se anuncia en Karl-Max Allee en el que te sirven un chuletón de 1KG con bebida y postre por unos 11€. Algún día tengo que ir a este sitio.
Recientemente descubrí que se hacen también mercadillos de intercambio de bienes o servicios sin empleo de dinero. Como en los primeros primeros tiempos cuando aun no existía la moneda de cambio. Se llaman Tauschring y cada barrio cuenta con uno de ellos. El funcionamiento es sencillo, tu llevas cosas que no te interesan y las intercambias a otras personas, así todos salen ganando. Su eslogan es: “Lo que yo no puedo, tú puedes. Lo que tu no puedes yo puedo. Juntos podemos intercambiar sin dinero los servicios”
Foto: Kebab de 1,5€ en Kottbusser straße (Kreutzberg)
Berlín (Esp) 09-16
9) Cuando llegué aquí, no sabía la mentalidad recicladora que impera en Alemania, uno encuentra tiendas de artículos segunda mano por todos sitios. Aquí se reciclan los envases de vidrio, plástico o lata de la siguiente manera: uno compra, por ejemplo una cerveza embotellada, al acabarla, si se lleva a la tienda, ellos te compran la botella vacía (en realidad te devuelven un suplemento que tu pagaste al comprar la botella, “pfand”); así se aseguran que la gente recicle. Este hecho es curioso ya que da pie a que auténticas hordas de bicicleteros equipados con grandes bolsas de plástico, recorran la ciudad en busca de dichos envases, para ganarse un dinero. Es como si el estado pagase a basureros autónomos y la gente lo acepta de buen grado; parece una solución que beneficia a ambas partes.
Antes de saber todo esto, estuve observando un vagabundo que habitualmente se pasa por la puerta del hostal. Yo le había visto cogiendo botellas de la basura, en mi ignorancia pensaba que era para que se bebiera el contenido que en ellas quedara. Un día me pidió, un cigarrillo (ese hombre solo hablaba en alemán, así que nos entendimos por señas), al dárselo mostró en su rostro un verdadero agradecimiento. Me hizo sentir bien el hecho de agradarle con tan poco. Al día siguiente le vi merodeando nuevamente por la puerta del hostal, en busca de botellas, yo estaba en la calle, acabándome una de cerveza y fumando un pitillo; decidí darle la mitad de mi cerveza, y para mi asombro, vació su contenido y se guardo la botella; mi asombro fue manifiesto para él como ahora explicaré. El caso es que no entendí el porque de esa acción, me pareció como una ofensa, pero no le dije nada. Fue entonces cuando me explicaron el hecho del reciclaje de botellas y fue cuando lo entendí. Pues bien, aquel buen hombre se acercó de nuevo al hostal al día siguiente; al verme sacó de su bolsa una botella de champán sin abrir y bien fresquita, que había conseguido para mi; me dijo que la cogiera, no pude aceptar su invitación pero le di la mano en un gesto afectuoso.
Foto: Típica máquina de reciclado en un supermercado.
Berlín (Esp) 08-16
) Berlín es una gran ciudad, y como todas las grandes ciudades tiene ofertas de todo tipo; se pueden encontrar bienes y servicios a un precio elevado o reducido. Pero en líneas generales es una ciudad barata.
Por ejemplo el tema de la vivienda es seguramente el mas económico comparado con España; la gente aquí suele vivir de alquiler, cambiando habitualmente de piso, por lo tanto hay mucha oferta y demanda de pisos, además hay una gran cantidad de pisos desocupados en Berlín, esto hace posible encontrar pisos compartidos por 200€ al mes o incluso menos.
Sobre el transporte he de decir que es realmente bueno; todo está muy bien conectado y se llega a los sitios rápidamente, todo es claro y no hay ambigüedad posible cuando uno coge el metro o el tren, todo está correctamente señalizado y los recorridos trazados son los óptimos para llegar a tiempo a cualquier sitio. Definitivamente siendo usuario de bicicleta es la forma de ahorrar en transporte aquí en Berlín.
Sobre la comida, diré que me quedo con la española, y con también con el modelo de supermercado español. Aquí predominan las secciones de comida envasada, latas botes, etc; que para un apuro van bien pero no para uso continuo. También predominan secciones de dulces, chucherías, yogures de sabores etc. El caso es que el precio de las verduras aquí, es por lo general mas elevado; muchas las importan de España; aunque también es verdad que existe la oportunidad de comprar verduras, frutas y hortalizas en numerosos mercados callejeros a un precio inferior y con una calidad realmente buena.
Sobre el tabaco, recomendaría dejar de fumar, o traerse una provisión de tabaco considerable de España, ya que aquí su precio es muy elevado, ya que tiene un montón de impuestos. Casi la única posibilidad para los fumadores es fumar cigarrillos de liar; muy populares sobre todo entre la gente joven.
El tema de la cerveza es una cuestión aparte; nunca entenderé porqué aquí el agua mineral es tan cara, porqué cuando pides agua mineral te la sirven con gas si no especificas lo contrario. ¿Porqué es mas cara el agua que la cerveza?, misterio sin resolver; es inútil hacerse preguntas o conjeturas, this is Berlin.
Foto: El famoso Kebab Mustafa en Mehringdamm. Fila de espera de hasta 45 minutos…
Berlín (Esp) 07-16
7) Ahora hablaré sobre los parques. Berlín es una ciudad con muchas zonas verdes y parques. Además es una ciudad muy extensa, con lo que su densidad de población es mas bien baja, eso hace que no sea tan agobiante como otras grandes ciudades y la hace mas pacífica. En los parque es normal ver gente semi desnuda a nada que sale un rayo de sol; los alemanes lo valoran mucho. También se suelen ver muchos picknics, gente leyendo o grupos de gente haciendo barbacoas; aquí es legal eso. Por lo tanto el ambiente en los parque es realmente festivo. También es legal, o almenos todo el mundo lo hace, el hecho de beber alcohol en la calle; me da la sensación que en general aquí hay un elevado nivel de civismo y como consecuencia hay algunas libertades aumentadas, cosas que siempre es bueno saber. Eso sí en el caso de la conducción de vehículos, si es verdad que son muy estrictos; mejor que no te pillen superando el límite de velocidad o yendo ebrio, pues aquí eso está duramente penado.
Foto: Görlitzer park (Kreutzberg)
Berlín (Esp) 06-16
6) Lo siguiente después de comprarme la bici, fue informarme de dónde estaba una Bauhaus o ferretería, para ir reparándola de posibles pinchazos etc. Por suerte estaba justo al lado de la academia de idiomas y además admitían visa. Nada mejor para un mochilero que repararse sus propias averías, evitando llevar la bici a un “Fahrrad reparien”, ahorrándome una cantidad considerable. Como suele pasar, cuando te ocurre una desgracia, la siguiente está próxima: Al segundo día de comprar la bici, se pinchó la rueda de atrás; la reparé y pude seguir. Al tercer día, se volvió a pinchar la rueda trasera por otro lugar diferente, sin signos de cristales o clavos, así que opté por comprar una cámara de aire nueva, que de momento no me ha dado problemas. Al cuarto día un pedal se salió de su sitio y me lo arreglaron gratis en una tienda de bicis. Después de eso ya no tuve problemas, compré un poco de aceite lubricante y ahora la bici va como nueva.
Foto: Reparación de bicicletas.