En la cima de una montaña cimentada con escombros del pasado para enterrar un resquicio de horror se eleva este complejo. Un espacio abierto al arte y cerrado por una puerta que cuesta 7 euros moverla. Hasta el momento que pueda ser convertido en un centro de meditación ideado por David Lynch (propietario) está abierto a creadores…
Cuando mueves 7 euros de tu cartera y te dispones a entrar, resulta enigmático el lugar y esperas encontrar algo alucinante, un espacio diferente (como la mente de Lynch). Pues bien, tal y como está planteado, te unes a 20 ó 30 ovejitas mas, preparadas para seguir el camino marcado por 3 pastores. Como buena ovejita no debes salirte del camino ni retrasarte porque aminoras el ritmo del rebaño y dentro de una hora hay otro rebaño berreando. Te conceden ciertos momentos de espera para examinar ligeramente tu alrededor. Tras ir subiendo por la torre principal, el rebaño se encuentra con todas las paredes llenas de absurdas pintadas, gigantes graffitis y algún que otro arte.facto inútil.
Desde mi humilde punto de vista como oveja, Teufelsberg me resulta un lugar muy atractivo, espacialmente hablando, con reales posibilidades donde otras ovejas como yo puedan disfrutar de algo ciertamente interesante sin que exista la figura del pastor con garrote dorado que vaya marcando el ángulo de visión de un espacio ‚abierto‘ al arte.